El pasado fin de semana tuve el
placer de vivir una excelente experiencia pictórica rodeado de grandes
acuarelistas pintando la flor del almendro, en estas pocas líneas me gustaría
plasmar lo que fue el taller y dar mi agradecimiento a los artistas participantes
y a todos los actores que han hecho posible este encuentro. Todo empezó con una
conferencia en la Academia Pigmentos donde yo mismo impartí una charla sobre la
historia del paisaje en la pintura, resulto muy didáctica y participativa. Tras
la conferencia llegó un buen momento para nuestro paladar degustando una
selección de productos de nuestra tierra, mi agradecimiento a Horno San Antón,
Jamonería Jesús y La Belluga por sus excelentes productos. Finalizamos el día
con una visita guiada nocturna “Segorbe Histórico” acompañados con la guía
oficial de turismo Marian Bartual, fue genial dar a conocer nuestra historia a
los artistas participantes que nunca habían visitado nuestra comarca.
Al día siguiente sábado, tras una noche de descanso en La
Casa de Pueblo el Patio de las Cebollas, los artistas acudieron a la Academia y
prepararon todo el material pictórico para trasladarse a los campos de
almendros en la localidad de Altura donde José Galarzo realizo una interesante
propuesta de trabajo “de lo micro a lo macro”. Comenzamos pintando en detalle
la flor del almendro con interesantes resultados, seguimos plasmando en
nuestros papeles el árbol completo como elemento protagonista y finalizamos con
acuarelas de paisaje donde la propuesta era integrar al almendro dentro de una
visión paisajista. Cada propuesta venía precedida de una demostración de
Galarzo. Gracias a Tapinearte pudimos experimentar en papeles con distintos
gramages y texturas, además de probar unas muestras de acuarelas Senellier. En
el descanso del mediodía disfrutamos de una excelente comida en el Restaurante
Victoria que nos dio fuerzas para continuar pintando toda la tarde y aprovechar
los cambios de luz. José Galarzo aprovechó las últimas horas de luz para
deleitarnos con ejercicios de nubes sobre los almendros, es pura magia los
pinceles y la acuarela en sus manos!!!! Finalizamos el día con una puesta en
común de los trabajos realizados, todos muy satisfechos y con ganas de
continuar al día siguiente.
El domingo, último día del taller, buscamos una nueva ubicación
para pintar continuando con las pautas del día anterior y nuevas propuestas.
Las conclusiones de estas jornadas fueron debatidas entre tapas y arroces en el
Restaurante 50 Caños y todos decidimos hacer viva una experiencia similar en el
próximo año.
Mi agradecimiento a todos los participantes y colaboradores.
Manolo Sebastián Navarrete.